Encontré este cuento chino-anónimo en "CIUDAD SELVA , hogar electrónico del escritor Luis López Nieves"
Nunca se había visto un asno en Kuichú, hasta el día en que un excéntrico, ávido de novedades, se hizo llevar uno por barco. Pero como no supo en qué utilizarlo, lo soltó en las montañas.
Un tigre, al ver a tan extraña criatura, lo tomó por una divinidad. Lo observó escondido en el bosque, hasta que se aventuró a abandonar la selva, manteniendo siempre una prudente distancia.
Un día el asno rebuznó largamente y el tigre echó a correr con miedo. Pero se volvió y pensó que, pese a todo, esa divinidad no debía de ser tan terrible. Ya acostumbrado al rebuzno del asno, se le fue acercando, pero sin arriesgarse más de la cuenta.
Cuando ya le tomó confianza, comenzó a tomarse algunas libertades, rozándolo, dándole algún empujón, molestándolo a cada momento, hasta que el asno, furioso, le propinó una patada. "Así que es esto lo que sabe hacer", se dijo el tigre. Y saltando sobre el asno lo destrozó y devoró.
¡Pobre asno! Parecía poderoso por su tamaño, y temible por sus rebuznos. Si no hubiese mostrado todo su talento con la coz, el tigre feroz nunca se hubiera atrevido a atacarlo. Pero con su patada el asno firmó su sentencia de muerte.
sábado, 17 de setiembre de 2011
domingo, 6 de marzo de 2011
Un cuento
Hoy, apenas desperte, me fui a mi oficina a escribir este cuento que leeran a continuación.

Paseo en el auto
Estaba Lloviendo muy fuerte mientras paseábamos en el auto, en una de mis visitas a Lima. Por alguna razón no sentía la lluvia golpear contra las ventanas , pero sí la podía ver. En el asiento de adelante iban mi Mamá y una de mis hermanas. Atrás íbamos mi Papa - a la ventana derecha -, Lina al centro y yo a la otra ventana. Me sentía tan contento de haberle mostrado a mi Mamá – cuando me vino a visitar a Oakland - las obras de arquitectura en las que participé acá. Me alegraba de que ella estuviese orgullosa de mí y también de que había valido la pena tanto esfuerzo. A pesar de estar pasando por problemas económicos, experimentaba en mis fueros íntimos un goce similar al que sucede a los recién ingresados a la universidad o a la sensación de ganar una medalla de oro, por el solo hecho de haber podido mostrar a mi madre lo poco que había logrado profesionalmente en este país que ya comenzaba a cansarme y en el que me siento tan solo.
En esas cosas pensaba cuando me asaltó una interrogante que me tomó por sorpresa y me estremeció profundamente, cuando voltee la mirada hacia mi derecha y vi a mi Papá mirando la lluvia distraído a través de la ventana : porqué no le había nunca mostrado esas cosas a él?. Porqué? si ese era mi mayor deseo que se sienta orgulloso de mí después de tantos fracasos en Lima, en donde yo sentía que lo había decepcionado.
Porqué jamás ha venido mi Papá a visitarme a Oakland para mostrarle todo lo que he hecho y hacer que se sienta feliz y orgulloso de mí? ……. La respuesta me sacudió violentamente el corazón apenas la supe y tuve que taparme la cara con mis grandes manos al tiempo que me contraía apoyando la cabeza contra la ventana. Me tapé la cara fuertemente para que mi Papá no se dé cuenta que yo estaba llorando desconsoladamente porque finalmente pude recordar que él ya había muerto hacía seis años y que esto solo era un sueño. Cuando desperté mi almohada estaba mojada yo respiraba agitadamente lleno de nostalgia y de su recuerdo.
Estaba Lloviendo muy fuerte mientras paseábamos en el auto, en una de mis visitas a Lima. Por alguna razón no sentía la lluvia golpear contra las ventanas , pero sí la podía ver. En el asiento de adelante iban mi Mamá y una de mis hermanas. Atrás íbamos mi Papa - a la ventana derecha -, Lina al centro y yo a la otra ventana. Me sentía tan contento de haberle mostrado a mi Mamá – cuando me vino a visitar a Oakland - las obras de arquitectura en las que participé acá. Me alegraba de que ella estuviese orgullosa de mí y también de que había valido la pena tanto esfuerzo. A pesar de estar pasando por problemas económicos, experimentaba en mis fueros íntimos un goce similar al que sucede a los recién ingresados a la universidad o a la sensación de ganar una medalla de oro, por el solo hecho de haber podido mostrar a mi madre lo poco que había logrado profesionalmente en este país que ya comenzaba a cansarme y en el que me siento tan solo.
En esas cosas pensaba cuando me asaltó una interrogante que me tomó por sorpresa y me estremeció profundamente, cuando voltee la mirada hacia mi derecha y vi a mi Papá mirando la lluvia distraído a través de la ventana : porqué no le había nunca mostrado esas cosas a él?. Porqué? si ese era mi mayor deseo que se sienta orgulloso de mí después de tantos fracasos en Lima, en donde yo sentía que lo había decepcionado.
Porqué jamás ha venido mi Papá a visitarme a Oakland para mostrarle todo lo que he hecho y hacer que se sienta feliz y orgulloso de mí? ……. La respuesta me sacudió violentamente el corazón apenas la supe y tuve que taparme la cara con mis grandes manos al tiempo que me contraía apoyando la cabeza contra la ventana. Me tapé la cara fuertemente para que mi Papá no se dé cuenta que yo estaba llorando desconsoladamente porque finalmente pude recordar que él ya había muerto hacía seis años y que esto solo era un sueño. Cuando desperté mi almohada estaba mojada yo respiraba agitadamente lleno de nostalgia y de su recuerdo.
viernes, 11 de febrero de 2011
Situación similar
Aunque la casa de Tellería no tenía tanta familia como la casa de papapa, una situación similar se dio pues la casa de Tellería se vendió dejando atrás muchos recuerdos que ya no tienen un referente material sino que ahora forman parte de nuestros corazones, solamente, lo que es bastante.
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